A mi hermano Luke lo conocí en un congreso de Fotografía (BE HERE PROJECT) nuestra vibra es similar y logramos congeniar.
Tuve un viaje a Cancún y decidí visitarlo y de paso regalarle una sesión a él y su genial esposa Jackie. El día fue de locos y comenzamos almorzando en un restuante francés en el centro de Puerto Morelos, charlamos y nos pusimos al tanto, terminando caminamos a la playa que estaba a menos de 500 metros de distancia.
Después de conocer la hermosa playa de Puerto Morelos, fuimos a su casa, donde conocí a su grandiosa esposa y a sus dos hijos caninos. Luke un apasionado de la fotografía me atiborraba de información mientras yo sólo intentaba seguirle el paso a su acelerado cerebro. Luego de una enorme charla de fotografía y ponernos al tanto. Fuimos a comer a uno de sus restaurantes favoritos donde los mariscos...estaban más que exquisitos. Con el estómago lleno y un poco más para allá que para acá por el peso de la comida, el calor y humedad del caribe mexicano, regresamos a la casa para planear la sesión mientras Jackie se preparaba (cualquier mujer sabe que un hombre se alista en menos 5 minutos).
Nos trepamos a su camioneta y sólo me dejé llevar por su experimentada alma viajera, gracias a la cual me llevaron a algún rincón mágico del caribe mexicano. Un atardecer hermoso, la mejor vista del mundo y creando recuerdos para un gran amigo, ¿qué más le puedo pedir a la vida?. Enormemente feliz con los resultados de la sesión, Luke (como todo buen italiano) decidió que la cena de ese día sería pizza..NO sin antes pasar por un helado.
Entre anécdotas de viajes, charlas de fotografía y filosofía de vida, cerramos la noche en su cálido hogar donde una caja de pizza fue testigo de la risas que cerraron con broche de oro un grandioso día.
